Subdirectora de Patrimonio Inmaterial visita a referentes del Teatro Tradicional de Títeres

- ¿Cómo durmió?, preguntó el visitante.
- ¡Acostado!, respondió el abuelito.
(RISAS)
- ¿Cómo se siente?, insistió el recién llegado preocupándose de su ánimo y salud
- ¡Sentado!, espetó de una sin dudarlo.
(RISAS)
El abuelito, uno de los tantos personajes que interpretó a lo largo de tantas décadas como cultor del Teatro Tradicional de Titeres, es en realidad Sergio “Tito” Guzmán, ícono del oficio, referente para las actuales y nuevas generaciones de titiriteros y titiriteras y reconocido por el Estado de Chile como Tesoro Humano Vivo.
¡Lo visitamos en su casa! En la comuna de Lo Espejo, donde fue condecorado como hijo ilustre y desde donde Tito hizo historia. Allí, junto a su compañera de vida, la titiritera Luisa “Luchita” Flores creó el Teatro Candelilla, hizo Castillo e hizo Museo.
En Lo Espejo también formó una familia de 8 hijos, que a lo largo de la vida, asumieron diferentes roles en el oficio, los acompañaron en giras por el país o en las playas, durante las temporadas de verano. Alguna, incluso, nació en la maleta de los errantes artistas Luisa y Sergio. Hoy, son dos los hijos, que siguen el legado de la familia y tienen sus propias compañías de títeres.
La Subdirectora Nacional de Patrimonio Inmaterial, del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Paula Jaraquemada, quiso visitar a ambos cultores y compartir un ameno café en su casa familiar que alguna vez fue la casa de los titiriteros y titiriteras de Chile. ¡Pasaron los años! Y llega la vejez con sus achaques, pero ellos viven rodeados del amor familiar y de las historias que títeres de guante, bocones y marionetas le cuentan todos los días. Su casa es un gran teatrillo, donde nunca morirá la historia que forjaron, como siempre ocurre, “contra viento y marea”.