Cantor Fidel Améstica despide en décimas a delegación chilena al Festival Internacional del Organillero de México

Me ha sacado de la casa
un carrito y su canción,
y un golpe en el corazón
encendido como brasa.
En la memoria se traza
el recuerdo de un chiquillo;
ese instante tiene brillo
con un loro, y simplemente,
¡cómo moldean la mente
el chichín y el organillo!
Muchas gracias, caballeros
y mujeres que laboran,
por la patria que atesoran
junto con los chinchineros.
Luego, los organilleros,
denle vuelta y trabajar;
esos tubos, a rodar
con tanta sabiduría;
por su oficio y alegría,
las calles son un hogar.
Y ahora se van de viaje
hacia el opuesto hemisferio,
desenvolviendo misterio,
pero armados de coraje.
Llévense en el equipaje,
no lo tengan en olvido,
esas alas de su nido
que han volado con destile,
¡lleven lo mejor de Chile
rumbo a México querido!