El día 6 de junio de 1931 se produjo un hecho que es parte de la identidad de la ex Oficina Salitrera Pedro de Valdivia, en la comuna de María Elena, región de Antofagasta: se dio la primera palada de caliche, de donde salía el salitre. Así lo consigna la historia de la ley que se guarda en la Biblioteca del Congreso de la República.

Es sólo un hito de los muchos enclaves salitreros que marcaron la historia de la Pampa chilena. Por mencionar sólo algunos pocos de la región, cercanos a Pedro de Valdivia estaban  María Elena, Coya Sur, Chacabuco y Ausonia.

La fecha es una forma de reconocer la identidad y la memoria de comunidades enteras que poblaron la Pampa chilena, generando un modo de vida asociado a la industria del salitre, que marcó con sangre la historia del país.

Pero allí, en medio de la desolación y el calor más rudo que las marcó de forma transversal, las familias pampinas crearon identidad, cultura y tradición.

Hablemos de la Oficina Salitrera Pedro de Valdivia, quién aportó la fecha para esta celebración. Allí, como en el resto de los campamentos salitreros,  la fe y la devoción jugaron un papel fundamental.

Los “pedrinos” formaron por tradición familiar, bailes devocionales a la Virgen del Carmen de la Tirana, en la región de Tarapacá. Desde el año 1951, fueron conformando distintas agrupaciones, con tipos de danza, vestimentas, cantos y melodías propias: pieles rojas, morenos, gitanos, diablada, osadas, chunchos, tobas, indios dakotas y sambos.

Debido al cierre de la oficina salitrera el año 1996, debieron migrar de la salitrera pero se mantiene una vinculación con el lugar, participando y asistiendo a la misma salitrera en distintas festividades, como el día de aniversario de Pedro de Valdivia, donde se reconoce la identidad y sentir de la ritualidad como memoria viva del pampino y pampina.

Es por ello que la comunidad cultora se organizó para solicitar el ingreso al Registro de Patrimonio Cultural Inmaterial, reconocimiento que alcanzaron formalmente en octubre de 2021, incluso, antes de la promulgación de ley que establece el día del pampino.

En esa solicitud declaran que: “mantenemos viva la tradición con cariño y convicción por mantener las raíces y que es parte de la lucha de nuestra identidad. Hemos creado y escrito nuestra propia historia, siendo cultores y cultoras de mudanzas para los rituales del culto, diseño, confección, costuras, bordados de trabajos o vestimentas, creación y/o interpretación de instrumentos e implementos complementarios al tipo de danza y procesos de formación que fundan su identidad y ritos propios. Somos la única asociación vinculada a una oficina que ya no está habitada de forma permanente y en el sentido de resguardar la continuidad, cada nuevo integrante o baile devocional que se integre, se educa y se adhiere a todas las participaciones y procesos en la continuidad histórica identitaria”.

Según el registro, la comunidad cultora de esta tradición corresponde a 12 bailes, colectivos conformados en total por 881 personas y agrupados en la Asociación de Bailes de Pedro de Valdivia. Son grupos de personas nacidas en la pampa y ciudades aledañas, familias, sin límites de edad, que acogen esta historia e identidad pampina, a través de lo devocional, por tradición familiar o por compromiso personal, manda o devoción.

Los grupos que conforman los bailes devocionales de la oficina salitrera Pedro de Valdivia son:

* Pieles Rojas de Pedro de Valdivia
* Moreno Los Chilenitos de Pedro de Valdivia
* Moreno Los Promesantes del Carmen, Rigoberto Díaz Hurtado
* Gitanos de Pedro de Valdivia
* Diablada del Salitre
* Osada del Carmen
* Osada del salitre
* Indios Tobas del Norte de La Tirana
* Chunchos de Iquique
* Morenos del Carmen de Peralillo
* Indios Dakotas Hijos de María
* Sambos caporales Jesús Nazareno