Es una institución de inicios del siglo XVII, nacida al alero de las Misiones Jesuitas en la zona. Su organización, sustentada en la comunidad, ha logrado configurar y mantener viva diversas expresiones del patrimonio cultural inmaterial como la música, parateatro, fiestas y rituales cargados de simbolismos y contenidos de expresión social, artística y religiosa. Los fiscales siguen siendo hoy autoridad de cada pueblo y guía espiritual de la comunidad correspondiente.